El Barça de las cinco copas, como en el 2011, o como en los años 50. Otra vez, como quien no quiere la cosa, el Barça construyendo una historia que cada vez se acerca más a la grandeza del club, tantos años por encima de lo que indicaba su palmarés. Teniendo en cuenta la edad de Leo, aún quedan algunos años para seguir creciendo y creciendo.
Porque Leo lo es todo. El tercer Mundial de Clubs, como el primero, fue contra un equipo argentino. River Plate es uno de los grandes clubs de continente. Como contra Estudiantes hace 6 años, Leo ha demostrado que es el mejor del mundo, de la historia, algo que solo sus compatriotas discuten, señalándolo como culpable de su sequía de títulos, en lugar de verlo como la única esperanza de poder cumplir sus sueños.
Leo a medio gas, renqueante, ha sido el mejor del partido, marcando el primer gol y dirigiendo a todo el equipo como ha querido. Un artículo interesante , http://www.squawka.com/news/football-manager-2016-stories-what-if-lionel-messi-played-as-a-deep-lying-playmaker/549460 , se explicaba como Leo se ha convertido en un director de orquestra capaz de influir en el juego partiendo desde la izquierda como lo hacía Xavi jugando de interior.
Nada de lo que se diga de Leo va a ser justo con lo que hace, por lo que habrá que mirar a otras perlas que tiene el Barça y que en estos dos partidos en Japón han estado espectaculares. Iniesta está rindiendo a un nivel casi superior al del periodo 2008-2012. Quizá con menos regate y más control del juego, pero combinando ambas de manera que desequilibra siempre, permitiendo encontrar a los delanteros en la mejor posición posible.
La asociación entre él y Suárez en la semifinal nos devolvió a todos lo que podría ser un Barça sin Leo y sin una megacrack como es Neymar. Fue un Barça humano, pero alrededor de una idea, de la pelota, fue un Barça reconocible, generoso en el esfuerzo y con la calidad justa para desequilibrar al rival y gustar al aficionado. Entre él y Suárez marcaron la diferencia, dos jugadores a los que su "fama" no les hace justicia. Están muy por encima de ella.
La final fue Leo quien acabó con todo. Una primera mitad con múltiples patadas del rival, con interrupciones continuas( se jugó 4 minutos menos de tiempo real que en las semis), Leo roma la presión rival y encontraba la manera de llegar al área y aprovechar los espacios. Marcó un gol más propio de Suárez que de él, y generó juego para que el resultado fuese de esos que no se olvidan en años.
Suárez marcó los otros dos del partido, Neymar desaprovechó un par, Iniesta deleitó a todos con sus acciones, el equipo con el tercero pensó más en volver a casa tal y como llegaron a Japón que en cualquier otra cosa. Al final un título más para unos jugadores que dentro de 30 años serán historia del fútbol. El palmarés de los Busquets, Iniesta, Piqué o Alvés es único. Y lo que queda todavía. Que lo vivamos juntos!!!
No sabéis cuánto nos gusta este sueño!!!
The Digital Garden
Daniel Arias.