Este partido puede explicar perfectamente porque el Barça con Leo y Neymar puede aspirar a todo a pesar de no jugar a nada. Porque en un mal día, porque lo del Barça ha sido hoy un mal día, ha ganado en uno de los campos más difíciles de Europa gracias al talentazo de Neymar, la clase a cuentagotas de Suárez y a Leo.
Los primeros minutos, hasta el gol de Neymar, han sido casi un calco de los primeros minutos del partido de Champions en el Calderón el año pasado. El Barça incapaz de dar dos pases seguidos, pérdidas por querer pasas la presión en balonazos, distancia entre líneas y fragilidad defensiva. Todo, todo, por no ser capaces dejar 4 pases en horizontal antes de arriesgar o buscar saltar la presión con un pase largo.
El ejemplo se encuentra en el primer gol. Mascherano sin haber movido la pelota se juega un pase largo cruzado. El pase es malo. No pasaría nada si el pase hubiese llegado después de dar dos o tres toques simples en horizontal que hubiese permitido tener al equipo colocado. Pero no los hubo. El balón le llega a Torres solo, porque ni Busquets ni Piqué estaban donde deberían por la precipitación. Luego Torres burla a Mascherano y bate a Ter Stegen.
De ahí al golazo de Neymar tras una jugada de Leo y Suárez, es un sufrimiento continuo. Metidos atrás, sin pisar campo contrario y achicando como se podía. Tras el gol se calmó algo la situación, aunque las ideas en ataque no aparecían. Pero al menos se defendía algo más arriba, no mucho más pero sí algo. A partir de ahí el partido enloqueció.
Volvió a verse esos duelos entre estos dos equipos en los que nunca se sabe lo que puede pasar. El árbitro pita un más que discutido penalti de Mascherano a Juanfran. Tras marcarlo Raúl García, el árbitro anula un gol a Neymar más que dudo, para luego tragarse un penalti de Alba, que terminó la jugada cediendo el gol a Neymar, después de que Leo Messi se inventase una jugada de las suyas. Sí, Leo no aparecerá como el mejor del partido pero de sus botas salieron dos de los 3 goles.
El Atlético enloqueció, más, tras el tercero y se dedicó a pegar, más, y protestar todo. Se sentían falsamente agraviados por el árbitro. Y se dedicaron a demostrar que si no ganaban era por eso. Poco importa que en los primeros 10 minutos, con el reglamento en mano, Suárez debía haber sido expulsado y otros jugadores más amonestados con amarilla.
En el descanso Gabi fue expulsado y con ello el partido se terminó. Solo se vieron más patadas de los colchoneros y más paciencia de los jugadores del Barça, que se dedicaron a marear la perdiz sin desgastarse demasiado. Eso sí, quedó claro que la afición del Atlético es lo que es. Al equipo que le aplaudió después de ganar la liga en su casa, con un presunto error arbitral, lo trata a insultos y a grito de otra patada, otra patada. Aún hay niveles.
No sabéis que felices estamos!!!
The Digital Garden.
Daniel Arias.